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miércoles, 13 de marzo de 2019

Ruta nostálgica: La fábrica Airgam (de los airgam boys)

Lo primero de todo, es que este artículo existe gracias a Javier Gutiérrez Chamorro, que tiene un blog en el que habla de bastantes cosas, y uno de los hobbies que compartimos es el de los Airgam boys, además de otros juguetes.

En frente del mítico edificio, niños jugando al fútbol. La mayoría de nosotros también jugábamos al fútbol, eso no ha cambiado, pero los niños de ahora ni conocen los Airgam boys.

Gracias a este compi, descubrí que la fábrica de los Airgam boys existió a pocos kilómetros de mi casa; el edificio aún existe y conserva los rótulos pintados de Airgam, además de la palabra "juguetes" escrita en varios idiomas.
Otra foto tomada mientras nos ibámos acercando.

Hace 2 años leí la excelente entrada de Javier (que ya tendría un tiempo), y en su momento había otra empresa en el edificio Airgam. Ahora, cuando me acerqué, en realidad no quise fotografiar la puerta de la entrada, pero sí había un cartel en el que claramente se leía que hay una empresa de bicicletas eléctricas (me extrañaría que no tuvieran también patinetes XD).
Excelente toma de una de las fachadas. Decididamente mi mujer saca las fotos mejor que yo. Es una suerte que aún sigan los rótulos intactos.

La cosa fue que hace 2 años nos intercambiamos unos comentarios en el blog de Javier, y además de recordar lo maravillosos que fueron (y aún siguen siendo) los Airgam boys, también le comenté mi deseo de acercarme a la fabrica (en plan ruta nostálgica), cuando tuviera la oportunidad. Le comenté que no iba a poder hacerlo pronto por una serie de compromisos (me casé pocas semanas después de que hablaramos), pero al final surgió la oportunidad el sábado 9 de marzo de este año 2019. La cuestión es que acompañé a mi mujer a hacer una mamografía. El centro estaba cerca de una zona que conozco bien, y a la que a veces he ido por distintas razones, siempre caminando.
Esta foto la tomé yo, pero mi torpeza y el sol hicieron que saliera desencajada. Es la entrada del edificio, actualmente una fábrica de bicis eléctricas.

Le comenté a mi dulce esposa que podríamos ir caminando porque no está demasiado lejos y es saludable andar, y mientras mi mujer se hacía la mamografía, yo recordé que la fábrica Airgam no debía estar lejos de ahí. Así que miré en un momento con mi móvil y entré de nuevo en el blog de Javier para consultar la dirección, y luego miré la guía urbana: la fábrica estaba a muy poca distancia. Así que, cuando terminó mi mujer nos acercamos, estabamos a 5 minutos caminando, o menos.
El otro lado de la fachada, en el que también siguen intactos los rótulos pintados.

Para mi sorpresa, cuando aún estabamos a cien metros o más, el viejo edificio airgam ya lucía majestuoso. Con tanta urbanización y proliferación de edificios, son pocas las construcciones antiguas que consigan destacar décadas después de haber sido levantadas, pero el edificio airgam, a pesar de no ser enorme, imponía cierta autoridad, como si quisiese transmitirnos y recordarnos que, en su momento, cumplió una tarea muy importante: la de hacernos felices a muchos niños de entonces. Es de agradecer que no se hayan edificado otros bloques al lado del edificio airgam más altos que esta fábrica de sueños, para que siga teniendo su esplendor.
Otra toma de ese mismo lateral. Me encanta que esto siga en pie, casi intacto. Ojalá volvieran a fabricar allí lo mismo que antaño. Menos mal que nos quedan las webs de compra-venta, junto a algunos mercadillos y alguna que otra tienda.

No os quepa duda de que, poco a poco, escribiré más artículos sobre juguetes, y de Airgam boys, por supuesto. De momento, ademas de este, podéis echar un ojo a un resumen que hice sobre los juguetes de los años 80. Y esto me recuerda que debería reeditar un artículo que escribí acerca de sí los años 80 eran mejores que la actualidad. Tiempo al tiempo.
Mi mujer (gracias a ella se hicieron algunas fotos decentes), y yo. En mi sonrisa se ve que aún conservo parte de la ilusión de la infancia, a pesar de lo mucho que ha degenerado la sociedad en los últimos 28 años. Si podéis, os recomiendo que compréis algún que otro airgam-boy: más de una vez os transmitirán alegría.

Un saludo a todo aquel/aquella que haya disfrutado y recordado los Airgam boys al leer esta entrada.