Buscar este blog

domingo, 12 de enero de 2020

El timo de las experiencias

Esta opinión la podría escribir en mis dos blogs, pero he decidido publicarla aquí porque aunque la época de esplendor de mi primer blog fue hace años, sigue teniendo muchas más visitas que el segundo. Puede que de vez en cuando publique aún algo en La masacre de Tompeck, pero como no lo ve prácticamente nadie, tampoco me corre mucha prisa.

Aclarado esto, quiero hablaros de las experiencias. ¿Y qué son las experiencias? Pues ya lo dice el nombre, y para decirlo más claro aún: son actividades que pueden molar, pero que tienen una duración de tiempo breve, a veces DEMASIADO breve. Y para no enrollarme demasiado, pondré algunos ejemplos, y luego escribiré mi conclusión final.

-Restaurantes: Una mierda. Mi mujer y yo nos lo pasamos mejor cocinando en casa y lo que hacemos nos sabe a gloria. Los restaurantes muchas veces cocinan fatal, son caros, incómodos, y un puto sacacuartos para que algunos se hagan de oro. Mejor haztelo tú, a no ser que seas un/a pijo/a vago/a que no quiera o no sepa cocinar. Menos mal que he ido muy poquísimas veces a mi vida a restaurantes, y casi siempre invitado. Los bares tampoco me gustan, para quedar de vez en cuando con colegas no están del todo mal, pero también son un timo del copón.

-Discotecas: Que alegría me da que sólo queden 1600 de las 5000 que llegaron a haber en ejpaña. Allí solo van putas niñatas calientapollas a la caza de algún tío con pasta, o maricones vacilones (que para mí ambas cosas son lo mismo). No fuí a muchas por suerte, y donde más a una de música más bien rock, pero si lo sé no hubiera pisado ninguna, aunque la de música rock tenía un pase.

-Experiencias automovilísticas: Hay varias empresas que organizan el poder probar un Ferrari o un Fórmula. Mucho ojo porque las más baratas son un timo, y algunos que han pagado llevan 2 años o más esperando. Las que no son un timo, son un sacacuartos igual: sí, podréis pilotar un cochazo, pero ese vehículo estará capado y lo llevaréis más o menos a la misma velocidad que vuestro coche de calle. A no ser que seáis demasiado fanáticos (demasiado tontos), no repetiréis. Yo no descarto probar una experiencia de estas, es una de las pocas cosas que me faltan por hacer, pero tras mi experiencia probando un kart de 2 tiempos (capado y más o menos tan rápido como uno de 4 tiempos), tengo claro que mi coche me hace gozar lo mismo por menos dinero. Intentaré resistir la tentación.

-Paintball airsoft y similares: Nunca lo he hecho, aunque en su día estuve a punto. No creo que valga la pena, es más barato comprarse un arma de balines y practicar en algún bosque lo suficientemente apartado. Es más, yo tuve armas de fuego durante años, y tenía claro que el paintball no me iba a aportar nada. Me alegro de no haber probado una cosa como estas: mi bolsillo lo agradeció.

-Viajar: Que bien, vamos a coger un avión; pasar tediosos controles de seguridad; pagar un pastizal por el billete, hoteles, etc; sufrir jetlag; exponernos a que los taxistas nos timen; y echar cuatro fotos al monumento de turno. A no ser que seáis esos megapijos horteras que se creen superiores por viajar, hacedlo sólo cuando sea necesario. En mi caso, por suerte, lo hice porque para casarme con mi mujer no me quedaba otra.

-Videojuegos, realidad virtual etc: Ya hay centros con videojuegos de realidad virtual, y chorradas varias similares como escape rooms, ¿lo cuálo, ezo que é?. ¿Estáis seguros que no es mejor quedarse en casa y jugar? Sinceramente, a mi los videojuegos no me gustan tanto como antes, y estas chorradas nuevas, ni fu ni fa. Es más barato estar en casa jugando al Quake, Gothic o Gran Turismo, no dejan de ser experiencias agradables. Por suerte, nunca he pagado por jugar a videojuegos, salvo cuando participaba en campeonatos... pero esas veces me salieron rentables porque me llevé unos cuantos trofeos.

-Asociaciones o locales que organizan juegos de mesa: Soy un caso atípico que juega en solitario a sus juegos de mesa, ya que quitando familiares o amigos que jugaban conmigo durante mi infancia, sólo mi mujer ha jugado conmigo un par de veces. Que chorrada comprarse un juego y tener que ir a un local para poder disfrutarlo con más gente. Mejor en casa aunque sea solo: juegas cuando te da la gana; no tienes que pedirle a nadie que venga (que encima parece que te hagan un favor); no te arriesgas a que el juego se rompa mientras te desplazas al local en cuestión; no pagas por jugar algo por lo que ya has pagado. Otra chorrada de la que me he librado, por suerte.

-Cine y música (conciertos,festivales, etc): ¿Para qué pagar para disfrutar de algo temporal, si comprándolo original lo tienes para toda la vida y lo puedes revender después si te cansas? Y si descargas las pelis, series, o música, te sale totalmente gratis.

RESUMIENDO: que la mayoría de las experiencias son un sacacuartos. Evidentemente, todos picamos en alguna, aunque sea de vez en cuando. Yo mismo fuí muchas veces en karts, y porque me gustaba mucho ese mundo, pero ya intentaré no volver nunca más. Otras experiencias no fui nunca o casi nunca, y otras dejé de ir hace bastantes años. Cuanto más las eludáis, mejor para vuestro bolsillo: yo al menos me siento un poquito menos pardillo.Es mucho mejor que encontréis cosas que podáis comprar y tener durante mucho tiempo para disfrutarlas siempre que os dé la gana (como hice yo cuando tuve el kart; como hago con mis juegos de mesa, videojuegos y juguetes; como hice con las armas de fuego que poseí, etc).