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domingo, 30 de junio de 2019

Rambo 5: ¿se suicidará?

Normalmente, suelo hacer las entradas de este blog largas, salvo en algunas contadas excepciones, como va a ser el caso.

Últimamente, he estado buscando películas de serie B (y de serie Z) de estilo Mad Max, y por suerte he encontrado unas cuantas. Durante mis búsquedas, he leído algunas opiniones de otros blogueros, y aunque ahora no recuerdo seguro quién, creo que ha sido en el blog de Miguel Juan Payán (que no se actualiza desde hace más de 6 años), donde he leído que los trailers deberían ser eliminados, porque dan pistas más que suficientes de las películas, haciéndolas perder la emoción, como si abrieramos un spoiler. Estoy totalmente de acuerdo en eso.

Volviendo a mi búsqueda de pelis estilo Mad Max, ya había encontrado algunas, y tuve la suerte de bajarme una de ellas por el emule en pocas horas; se iba acabando mi búsqueda, y se me ocurrió bajar más películas de otros géneros que me gustasen. Como en su día ya conseguí bastantes películas de espada y brujería de serie B, pensé que debería mirar de encontrar películas estilo Rambo. No es tan fácil, porque los buscadores de google y de bing no son tan buenos como deberían, pero el caso es que, al buscar, ví que en Septiembre de este año (el día 20, creo), se va a estrenar la quinta película de Rambo, que se llamará "Last blood" (Última sangre).

Después de esto, vi el trailer... y queda claro lo que, para mí, es un spoiler en toda regla. Ojo, que a lo mejor me equivoco y quedo como un tonto, pero vamos, yo no os voy a hacer ningún spoiler, no soy ni adivino ni experto en cine, y no sé cuál será el final de Rambo 5, pero al final del trailer se ve claramente como coge un cuchillo y parece que se lo clava a sí mismo.

El tiempo dirá, pero si unimos esa escena que se ve en el trailer, el hecho de que Stallone diga que "Rambo V va a tener un final que nos sorprenderá a todos, y que tiene más drama que acción", y el hecho de que se llame "Last blood", creo que tenemos bastantes pistas.

Personalmente, para mi la mejor película de Rambo es la primera, pero las que más me gustan son la 2 y luego la 3. John Rambo (la cuarta), la ví en cine dos veces y me encantó en su día, más que nada porque no me esperaba gran cosa y logró sorprenderme para bien... pero para mí le faltaba un poco (o no tan poco) la esencia de las anteriores.

Ya veremos como será la quinta, yo no sé si iré a verla en cine, pero a mi mujer le gustaron las pelis de Rambo 2 y 3, así que quizá vayamos a verla. Lo malo es que, creo que sé como va a acabar.

martes, 18 de junio de 2019

Mi primer coche: un Renault Twingo

En realidad, el primer coche de turismo que conducí, fue el Seat 124 D/LS de mi padre, y también fué el primer auto que tuvo mi padre. Allá por primavera del 86, cuando yo tenía 11 años, conduje por primera vez, y la verdad es que no se me dió nada mal, creo que no llegué a calar el coche ninguna sola vez ese día. Por suerte, tuve más ocasiones de conducir ese fantástico coche (ay, como molaban los coches de antes). Y aprovecho para decir (se acerca ataque de nostalgia), que antes los coches eran más divertidos que los de ahora, pero sobre todo, que antes no nos tenían tan absurdamente controlados, y era más fácil coger un coche a los 11 años. Y ojo, que conste que podría haber aprendido a conducir antes, porque creo que tenía 6 o 7 años (o quizá menos), cuando tambien mi padre me enseñó a conducir una carretilla elevadora, que por aquel entonces y todavía hoy, mucha gente los llama toros.
Posando dentro de mi primer coche. Casi mejor que no se me vea la cara.

Después, con los años, conduje otros modelos, y el segundo coche de mi padre (un Ford Orion 16.i Ghia), fue el primero con el que llegué a los 100 por hora (al menos puse la aguja de velocidad en 110). Fue en un polígono industrial, y vuelvo a la nostalgia, antes no había tanta vigilancia como ahora, y era más fácil hacer estas cosas: ahora es que da asco tanto control y tantas normas. Tenía 16 años, me faltaban unos meses para cumplir 17.

Más tarde, vinieron los coches que conduje en el ejército; básicamente Nissan Patrol y Land Rover Santana, cortos y largos, el 88 y el 109 creo recordar, que allí los llamaban de media tonelada y de 1/4 de tonelada, si la memoria no me falla. También llevé un Seat Marbella de una empresa de seguridad, y con ese coche, disparé con mi pistola de balines mientras lo conducía, así que fue de las primeras ocasiones que practiqué el arte de conducir y disparar a la vez, aunque ya lo hice antes con un toro elevador.
En una de mis numerosas salidas al campo. Pasamos muchas aventuras juntos.

Y entre unas causas y otras, pero principalmente por razones económicas, no me compré mi primer coche hasta la avanzada edad de 29 años, y fue un coche pequeño, humilde, no muy caro, y ya sabéis cuál es si habéis leído el título. Este coche, como curiosidad, era verde, y era un tono verde no muy distinto al de los coches del ejército; aunque es verdad que los jeeps de Infantería de Marina son de un verde muy oscuro. En fin, el caso es que la mayoría de coches que he llevado son de color verde; seguidos de los azules, entre los que están mi actual y segundo coche, y el Marbella de aquella empresa de seguridad.
Esta foto la hice en el 2012, un día de niebla en la carretera. Regresaba a casa después de enviar un paquete.

El Renault Twingo es uno de los mejores coches que hay, al menos en ciertos aspectos muy importantes: nunca me dejó tirado en medio de la carretera, era muy fiable, cómodo y ágil a la hora de conducir y de aparcar, y barato. Está claro que yo soy enemigo de la electrónica aunque me gusten los ordenadores, porque el Twingo y mi actual Ford tienen pocos marcadares electrónicos, y eso lo agradezco: cuántas más pamplinas tenga un coche, peor. Y eso ya lo sabéis muchos mejor que yo. Y aún peor si esas chorradas son electrónicas.

Con el Twingo pasé muchas aventuras. En realidad, lo compré por necesidades de un trabajo que me salió hace más de 15 años, en el que era mucho mejor ir en coche que en transporte público, ya que la combinación era malísima. Lo amorticé mucho, porque mientras estuve de vigilante en ese sitio, ahorré bastante, recuperando con creces lo que invertí en el Twingo. Quede claro, que los coches que he tenido hasta ahora eran de segunda mano, creo que vale la pena pagar menos, porque aún así el coche te puede durar bastantes años, sobre todo si no haces mucho el burro.
Foto tomada durante uno de los descansos que hice en el primer viaje que hice a Valencia con mi Twingui. Mi mujer llegó a subirse a él, pero no llegué a conducir con ella montada.

Después, el Twingo me llevó cuatro veces a Valencia, sin fallarme nunca, aunque haciendo algunas paradas para prevenir. Esas cuatro veces fueron viajes divertidos e inolvidables en los que empezaba a salir con mi dulce esposa, que estuvo trabajando en Valencia en verano del 2011.
En el aparcamiento de la residencia de estudiantes donde me alojaba los fines de semana que empezaba a salir con mi mujer.

Sería largo contar todo lo que hice con mi querido Twingo, pero con él, por supuesto, también hice lo de conducir y disparar a la vez, aunque en principio creo que es mejor no publicar el video de aquella peripecia. Y claro, metí ese coche por caminos de tierra y piedras, y muchas cosas que hice con él. Tampoco quiero contarlo todo, y creo que ya he contado demasiado.

El pobre Twingo me duró 11 años, ya tenía 9 cuando lo compré, y ya empezaba a sufrir más de la cuenta en las subidas, y le costaba mucho pasar de 110 por hora. Eso, y otras circunstancias que no quiero nombrar, me empujaron a darlo de baja, y con mucha pena. Quizá alguien me hubiera ofrecido algo de dinero por él, y de hecho un año antes una persona se interesó, pero en aquel momento yo aún necesitaba el coche.
Esta foto fue tomada en el parking que ahora pertenece a mi hermana. Si no me equivoco, fue tomada en el último año que tuve ese coche.

En fin, muchas gracias Renault Twingo (yo lo llamaba Twinguito, ya sé que suena cursi, pero realmente quería a ese coche). Creo que todos los coches, o casi todos, tienen algo especial, es como si fueran amigos nuestros, y lo que si son es compañeros de fatigas, y a veces de aventuras y de cosas divertidas. Quién sabe, quizá peco de exceso de sentimentalismo, pero a veces da la impresión de que todas las cosas tienen algo de alma.

En fin, de nuevo, muchas gracias, Twingui.

jueves, 13 de junio de 2019

Casualidades del fútbol y el deporte

Este articulillo que voy a escribir ahora, es de esos pocos que creo que tienen su lugar en mis dos blogs, por lo tanto, lo voy a postear en ambos sitios. Sí, ya sé que en la torre hablo más de lo que me gusta, y en la masacre ataco lo que odio, pero algunas cosas tienen cabida en ambos lugares. Al grano.

A ver, hijos míos, pensad un poco, porque os voy a poner varios ejemplos:

-Qué casualidad que el Real Madrid ganase 3 copas de europa (3 champions league) durante los 8 años que mandó el Aznar (estuvieron creo que 32 años seguidos sin lograrlo).

-Qué casualidad que el barsa-secta ganase otras 3 champions durante el mandato de zapatero (culé empedernido y fanático). Sólo ganaron otras 2 en toda su historia.

-Qué casualidad que el Madrid ganase otras 3 champions durante el mandato de rajoy (pasaron 12 años entre la última que ganaron con aznar y la primera con rajoy, no ganaron ni una durante zapatero)

-Qué casualidad que el farsa-secta ganase su primera copa de europa en el año de las olimpiadas de Barcelona.

-Qué casualidad que el chelsea (equipo de fútbol de Londres) ganase su ÚNICA champions league en el año de las olimpiadas de Londres 2012.

-Qué casualidad que en su día, y coincidiendo con su centenario, el RCD Español ganase la copa del rey, después de casi 60 años sin lograrlo.

-Qué casualidad que el Valencia también ganase la copa del rey coincidiendo con su centenario, aunque me alegro que hayan ganado al barsa.

-Qué casualidad que los pilotos españoles empezasen a hacer podios y victorias en la categoría reina del motociclismo cuando Dorna empezó a dirigir el mundial de motos en 1992.

¿Hace falta que siga? Si se me ocurren más ejemplos, los iré añadiendo, se agradecería mucho vuestra colaboración, poniendo más ejemplos.