Después de una experiencia bastante positiva en Calafat, había que volver a subir de nivel, así que esta vez llegó el momento de ir a Montemelón. Montemelón, por cierto, además de ser la traducción de Montmeló, quiere decir Monte (me llamaban así en mi último año de EGB) y melón (que viene de ser muy friki para hacer estas cosas).
El nivel era mucho más alto, esta vez no había coche-guía delante, así que dependía sólo de mí mismo, y por si fuera poco, la pista estaba mojada. Además, hicimos el trazado de Gran Premio (el largo), con la misma configuración que la fórmula 1 de este año, es decir, con la variante que hicieron tiempo atrás y con la última "versión" de la curva 10, cosas todas que hacían cada vuelta un poco más larga que otros años.
Llevé el fórmula más lento de todos, pero así fué más fácil de controlar con la pista mojada. Además, igualmente superé con facilidad a los que compartieron pista conmigo.
Para no extenderme demasiado, diré que en esta sesión mi coche tenía claramente menos velocidad punta en recta que los otros, lo podréis apreciar bien en el video si os fijáis, pero en las curvas yo era enormemente superior a los demás. Mi última víctima que adelanté en la pista iba razonablemente bien en las curvas, pero precisamente en la variante del último sector cayó con enorme facilidad, y más concretamente en la última chicane, también lo podéis ver.
Lo peor (y lo mejor) de la experiencia fueron las quejas, o más bien los amargos lamentos de algunos de los otros pilotos que se quejaron de mis adelantamientos, pero que le vamos a hacer, la gente rica tampoco sabe perder, haha.
Y, evidentemente, existe el eterno problema de lo caro que es este deporte. Aún existe (o existía), la posibilidad de subir de nivel aún más y de hacer una carrera de verdad con coches de Fórmula... pero el elevado precio y el riesgo de accidente ha hecho que, salvo sorpresa, me retire de los circuitos definitivamente. Un accidente con estos coches en una carrera me haría perder una importante suma de dinero, y eso en el mejor de los casos, ya que siempre puedes hacerte daño, o algo peor.
Me queda la satisfacción de haber llegado bastante lejos en este deporte y de haber rodado en distintos circuitos, con vehículos muy diferentes, y con condiciones atmosféricas variables, y aunque tengo margen de mejora, ya empiezo a estar peligrosamente cerca de mis límites.
Contaré otras aventuras nuevas en la torre de Shark.
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