Como os dije, aquí regreso con La torre de Shark. Esta entrada la podéis ver también en mi segundo blog La masacre de Tompeck
Hace 20 años y medio, hubo un campeonato en un gimnasio, en un polideportivo municipal. Era un campeonato de fitness, con pruebas de resistencia, que básicamente consistían en levantar el mayor número de veces posible pesos pequeños. Había más de 160 participantes, no recuerdo si contando sólo los hombres o si el total de participantes de ambos sexos era mayor, aunque sí sé que participaron muchos más tíos que tías. Había 7 pruebas masculinas y 6 femeninas. Yo, evidentemente, me presenté... y gané, pero me costó, ¡porque hubo tongo! Gané 3 de las pruebas, mi máximo rival ganó otras 3, y un chico que me caía bien ganó la otra. El "rival" sólo era mejor que yo en dos de las pruebas, y encima, en una de esas dos fué aún mejor el "tercer ganador" (el que me caía bien), así que mi adversario debió ganar sólo una de las pruebas, y yo cinco. Hubo tongo, no voy a extenderme demasiado en los detalles, pero como una monitora del gimnasio (y organizadora del torneo), quería que ganase el rival porque era su cliente favorito... pues hizo lo que pudo para joderme a mí. Por suerte, gracias a mi talento (y a la escasa calidad de ese rival), no se consumó el desastre. Pero la moraleja es: si hay tongo en un campeonato amateur completamente, dónde lo único que hay en juego son trofeos de poco más de 1000 pelas (6€), imaginaos en los profesionales y/o con mucha pasta por medio. Por cierto, que la "organizadora" no pudo lograr que su chico favorito venciese, pero si consiguió que su favorita arrasase en categoría femenina. Menuda mierda, en fin. Estos dos han sido muy protegidos, sobre todo el de la derecha, que me cae mejor que Hamilton, pero...
Que queréis que os diga, no niego que estos dos no sean buenos pilotos
(hay muchos que lo son), pero ya os digo que, cuando hay muchos lobos
fieros que quieren el mismo trozo de carne, es necesaria una buena
ayudita para llevar el premio. Y "apollar" a un piloto, requiere varias
cosas. Voy a decir varios refranes: Todo tiene un precio, y todos
tenemos un precio; No hay un palmo de limpio; Piensa mal y acertarás;
Quien tiene padrino se bautiza, y quien no se queda fuera; Quién a buen
árbol se arrima, buena sombra le cobija; Quién no llora, no mama (esto
va sobre todo por ti, Max). Y también añado lo que dice el personaje de
la subestimada película de "El corazón del guerrero": La realidad es mentira.
No hace falta decir nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario