En fin, que viajar es una mierda (además de carísimo y cansado), y el país de mi mujer también. Es muy poco probable que vuelva a viajar, al menos a ese cutre-estado, pero bienvenido sea este regalo que me recuerda a las películas de Vietnam que tanto me gustaban de adolescente. Y este video es real, hoyga.
Y estos son los dos helicópteros calentando motores y despegando. Fin.
Ni playas, ni tías buenas, ni hostias: esto es lo más auténtico que me he encontrado en ese país. Lástima que no haya podido conducir un jeep allá, pero tampoco importa porque yo llevaba jeeps en el ejército epañó con 17 años, eah.
Espero que sus hayan gustao los videos, los he hecho con todo mi amor (es decir, con ninguno). Que paseis unos buenos días, y preparaos para la entrada numero 100 de este blog. Próximamente, aquí, en La torre de Shark.
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