En verano da palo jugar a juegos de mesa, porque a la más mínima te pones a sudar, pero cuando llega el fresquito, te puedes hartar a tirar dados. Y para octubre de este año, tenía pensado jugar un montón a Dungeons&Dragons. Tengo bastantes miniaturas, el juego Dragonstrike, y los manuales de las ediciones 3 y 4... y en el caso de la cuarta edición (que a mí me encanta y me la suda lo que opinen otros), tengo los tres manuales de monstruos.
Entre los manuales, figuras, tablero y demás, la mesa estaba llena.
En un principio, pensé en hacer una campaña con un solo personaje, lo típico de hacerse cada vez más fuerte e ir avanzando, pero al final decidí hacer un megatorneo en el que participaron 128 figuras distintas, es decir, casi todas las que tengo. Descarté figuras que no salen en la cuarta edición, y algunas más, pero sin prescindir de los monstruos más interesantes. Con algunos tuneos propios, y la ayuda de los manuales, era cuestión de echarse a jugar.
El torneo tenía 128 participantes, desde monstruos únicos hasta esbirros más normales. Por supuesto, para no repetir figuras, sólo participó un esqueleto, un grel, un oso de caverna, etc. Era un torneo de eliminación pura, y de desgaste. Los 128 contendientes se enfrentaban entre sí en combates únicos de uno contra otro, para que así los 64 vencedores se midiesen en la segunda ronda, luego 32... y así hasta que en la sèptima ronda sólo quedaban dos. El sorteo estableció todo el cuadro, así que se podía saber quienes tenían más posibilidades de pasar ronda, y como iban a ser algunos de los enfrentamientos más interesantes.
Clasificados cuarto y tercero del torneo.
Lo "malo" del torneo, es que la final no se disputó. Los mejores contendientes fueron el Dragón rojo Ashardalon, y el Dragón de Hierro antiguo. Pintaba un combate muy interesante, pero para dar un golpe de escena, el Dragón de Hierro decidió renunciar y conformarse con el subcampeonato sin disputar la final. El porqué era evidente: Ashardalon llegó a la final con bastantes más puntos de vida, tenia un poder de ataque bastante más alto, y más Clase de Armadura. En realidad, era casi imposible que Ashardalon perdiese. Al final, el torneo quedó así:
-Campeón: Dragón rojo Ashardalon
-Subcampeón: Dragón de Hierro Antiguo
-Tercero: Aspecto de Demogorgon
-Cuarto: Tiranosaurio
En realidad, los clasificados tercero y cuarto empataron porque fueron semifinalistas y no se enfrentaron entre ellos, en este torneo no hubo combate por el tercer y cuarto puesto porque fue un torneo de desgaste, en el que los clasificados para la siguiente ronda no recuperaban ni un solo punto de vida perdido anteriormente. Lo que hizo que Demogorgon lograse el tercer puesto fue que llegó a su semifinal con muchos más puntos de vida. El tiranosaurio perdió su semifinal contra Ashardalon, pero llegó tan debilitado, que no duró prácticamente nada. De todas formas, queda claro que los mejores fueron los dos grandes dragones que tengo, y que los otros semifinalistas merecen mucho respeto.
Y los dos grandes dragones fueron los finalistas. El torneo estuvo muy bien, pero la verdad es que no hubo grandes sorpresas.
Como anécdota, decir que mi bárbaro gladiador favorito cayó en la segunda ronda... porque por culpa del sorteo, en ella le tocó enfrentarse al mismísimo Ashardalon. Hizo un combate digno y llegó a herir algo al gran dragón rojo, pero hubiera sido necesario casi un milagro para pasar.
Ah, y sin duda la revelación del torneo fue el a priori débil esqueleto (que en D&D no es tan peligroso como en otros juegos de rol o videojuegos): llegó a la tercera ronda y fué aplaudido tras caer eliminado
Sinceramente, no creo que vuelva a hacer este megatorneo, porque es casi imposible derrotar a Ashardalon de esta manera, pero ha sido una pasada hacer un total de 126 combates durante casi una semana, de lunes a sábado: ¡Como en los viejos tiempos!
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