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jueves, 3 de octubre de 2013

Piratería (y 1) : los 8 bits y las cintas de casette

Bueno,pues este es el primero de los artículos que voy a escribir sobre piratería informática. En principio quería escribir los artículos en dos partes,pero creo que hay contenido suficiente para hacer un total de cuatro artículos.Sí,lo hago para hacer más entradas,pero por lo que veo no van a ser demasiado cortas.Empezaremos con la piratería en los tiempos de los ordenadores de 8 bits.

Ah,los 8 bits,que buenos tiempos con el spectrum,amstrad y todo eso.Los juegos eran mucho más simples y cortos que ahora,pero aún así habían muchos lanzamientos especiales,y es que en aquella época teníamos muchos menos que ahora,pero nos sabía a gloria.Por aquel entonces,poco a poco se fueron adueñando del mercado del software y de los videojuegos (y sobre todo de los juegos)los ordenadores de 8 bits, encabezados por el Spectrum,muy criticado por muchos pero que era el que más mandaba en Europa pesase a quien pesase,aunque el amstrad le hacía sombra,y los commodore 64 y msx mandaban más en USA y en japón respectivamente.

Por aquel entonces,la inmensa mayoría de juegos de 8 bits se guardaban en cintas de casette,y eran como las cintas que se usaban para la música,sólo que con muchos menos minutos.Lo que había que hacer era cargar los juegos con una unidad de casette,y sí,era como escuchar "música",solo que eran pitidos (quién no recuerda los famosos pitidos del spectrum cuando cargabamos un juego). Bueno,sí,en commodore 64 muchos juegos te dejaban escuchar música mientras éstos cargaban,pero no me enrollo más.El caso es que los juegos se guardaban en cintas de casette,y lo que había que hacer era "reproducirlas" para cargar el juego o programa en cuestión.Luego,si no había errores podíamos disfrutar del juego,o teníamos que cargarlo de nuevo.

La pirateria en aquella época no era como ahora.Por un lado,no estaba tan mal vista por las autoridades y no era tan perseguida como ahora,y por otro lado no era demasiado utilizada porque durante varios años los videojuegos originales estaban muy bien de precio en nuestro país,y todo gracias a la distribuidora Erbe,que para rabia de algunos energúmenos,ayudó a que los juegos llegasen a todo el mundo sin tener que recurrir a la pirateria (a no ser que quisieras muchos juegos de golpe, claro).Y como la piratería no estaba tan perseguida,en aquellos años los piratas iban tranquilamente a los rastros sin temer a los policías que hacían sus patrullas rutinarias por la zona sin hacer prácticamente ningún caso a los piratas de entonces, era todo muy normal a la vez que paradójico.Había paradas con cintas de juegos bajados de precio,no eran originales y en aquella era más raro que fotocopiasen las carátulas,pero siempre había quien quería el After the war o el Phantis rebajados de precio.Durante una de las veces que fui a su por aquel entonces casa,el famoso pirata Black Ninja me dijo que él empezó a vender juegos de Commodore 64 en el clásico mercado de San Antonio de barcelona,pirateados (por supuesto).Antes de que se me olvide,debo añadir que no sólo actuaban los piratas en los rastros,ya que yo compré algunos juegos piratas en un video club que cerró hace miles de años.
Esta cinta era de unos hermanos usuarios de spectrum en su dia,en la que copiaron algunos juegos a los que me vicié bastante por aquel entonces.

Por aquel entonces,la forma más simple de copiar juegos era comprar cintas virgenes y copiarlos con un radio casette de doble pletina (a los que podías ponerle dos cintas, vamos),y aunque no siempre salía bien porque a veces influía el volumen del sonido a la hora de grabar o la marca del radio casette,otras veces salía a cuenta.Pero ya por aquel entonces habían los populares "copiones",que eran programas exclusivos para copiar juegos y utilidades.Yo recuerdo que unos primos míos que en su día tenían un amstrad tenían un copión de estos,y en teoría se supone que lo que hacía era volcar todos los datos de la cinta original a la memoria,para luego colocar la cinta vírgen y grabar los datos alí.

Pero no sólo se dedicaban los piratas de entonces a copiar cintas,ya que a veces desprotegían los juegos,y también hacían modificaciones en los mismos (a veces bastante cutres).Por ejemplo,en una versión que tengo del Butragueño fútbol de amstrad,cuando redefines las teclas hicieron una horterada (en lugar de chutar pusieron "pumba"),o en otra versión del Tour´91 de spectrum se ven a algunas chicas que animan en la fase de contrareloj "bastante" ligeras de ropa.Por si esto fuera poco,algunas veces también metían sus "firmas" en las pantallas de carga de los juegos,y lo más curioso es que ya habían "intros piratas",con textos en los que algunos piratas de la época saludaban a sus colegas.Yo mismo tengo por ahí una versión del Freddy Hardest que fue "crackeada" por un antiguo colega que aún vive bastante cerca de donde yo vivía antes.
Una versión "crackeada" del Army Moves de Amstrad.Además de la firma del personaje,incluye vidas infinitas y todo eso.
 
Claro que en aquella época también había ordenadores que usaban otros soportes para almacenar información,como los famosos cartuchos de Msx,que contenían juegos espectaculares para la época;o los disquettes exclusivos que usaba el Spectrum+3.Además,los Pc´s funcionaban con disquettes,lo que pasa es que en aquellos años eran aún demasiado caros y poco potentes,y eran usados básicamente por profesionales para trabajar (además de que los juegos de Pc de entonces eran realmente cutres).A decir verdad,desconozco si por aquel entonces había formas de duplicar esos otros soportes,aunque me suena que si podían copiarse los disquettes del spectrum+3,porque creo recordar que se podían comprar disquettes virgenes (vi algunos anuncios y eran muy caros).Y además acabo de recordar que algunos modelos de Amstrad y Commodore eran más potentes y tenían unidades de disquette,aunque seguían siendo máquinas de 8 bits.Pero con todo eso ya nos acercamos a otra época,cuando los 16 bits fueron invadiendo el mercado con la mejora del Pc y las apariciones de los Atari ST y Commodore Amiga,y eso lo contaré otro día.

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